Hípicos
Los seguros Hípicos protegen los caballos, la explotación ganadera, los centros hípicos, o la organización de eventos y concursos.
La hípica es una actividad que requiere gran esfuerzo y dedicación, además de una protección especializada.
Podemos asegurar:
- Caballos (responsabilidad civil, vida del caballo, responsabilidad civil del propietario).
- Explotaciones ganaderas.
- Centros Hípicos y Picaderos.
- Enganches.
- Retirada de cadáveres.
- Organización de eventos, ferias, concursos, romerías, fiestas populares, espectáculos, etc.
- Los seguros de caballos no son obligatorios, pero sí muy recomendables, ya que el importe al que puede llegar a tener que hacer frente su propietario en caso de que el animal cause daños a un tercero es muy elevado.
¿Qué coberturas pueden incluir los seguros hípicos?
Los seguros hípicos pueden ser de muchos tipos y adaptarse a las diferentes necesidades del cliente.
Entre las coberturas principales, se encuentran:
- Muerte o sacrificio por enfermedad o accidente, incluyendo la muerte por cólico.
- Transporte por carretera o ferrocarril, y en ferias, concursos y exposiciones.
- Asistencia veterinaria.
- Robo.
- Retirada de cadáveres.
- Responsabilidad Civil.
- Peste equina.
También se puede ampliar con coberturas como la pérdida de la función reproductora en yeguas a causa de accidentes, por ejemplo.
¿Es posible asegurar todos los tipos de caballos?
El seguro de caballo puede contratarse para todo tipo de caballos que estén identificados con microchip.
La única restricción es la edad:
- En el caso de los potros, se puede contratar cuando tienen 6 meses y hasta los 3 años (hembras) o 4 años (machos).
- Los ponis, burros y mulas de los 6 meses a los 20 años.
- Las yeguas de reproducción desde los 3 años hasta los 15 años.
- Los sementales, de los 4 años a los 18 años.
- En el caso de los caballos y yeguas, suele oscilar entre los 3 o 4 años, y el límite de las coberturas depende de la función; si son de paseo, de los 3 o 4 años hasta los 10, si son de carreras solo pueden ser asegurados hasta los 9 años, y en caso de tratarse de caballos o yeguas de doma, la edad límite son los 18 años.